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Nosotros

Somos una empresa de Servicios de Salud que maneja procedimientos de alta y mediana complejidad para los seres humanos, líder del grupo de 37 hospitales del Departamento de Cundinamarca, con una cobertura de 116 municipios, que pasan los dos millones de habitantes, con 73 años de calidad en actividad docente, científica y asistencial, nos dan el respaldo para ofrecer medicina de calidad, con un equipo de profesionales de la salud de gran experiencia y calidez.

Con una historia de 80 años que lo han transformado en el epicentro de atención para un alto volumen de patologías relacionadas con trauma y un mayor énfasis en especialidades como neurocirugía, ortopedia, cirugía general y cirugía plástica. Cirugía Bariátrica, entre otras especialidades.

Lo que hacemos

Decálogo de las niñas y los niños hospitalizados

Derechos de las niñas y los niños colombianos

Lo que hacemos

La labor del Hospital Universitario de la Samaritana desde su creación como institución Universitaria ha sido el desarrollo de la medicina en el país, formando más de tres mil médicos y más de 600 especialistas altamente calificados, prestando una atención integral en servicios de salud a nuestros pacientes.

Nuestro compromiso es con la comunidad y con el país, por ello el ser Universitarios es el mejor testimonio que nuestra labor de investigación y actualización médica es permanente, siendo generadores del saber científico, obteniendo reconocimientos a nivel nacional por distintas Asociaciones Médicas y Sociedades Científicas, gracias a los diferentes trabajos desarrollados por los residentes e instructores del Hospital, quienes de la mano del capital administrativo calificado trabajan arduamente para que usted y los suyos reciban un servicio con calidad y calidez, sintiendo siempre que trabajamos unidos por su bienestar.

Camas
Pediatría
0
Cunas
Neonatos
0
Incubadoras
Neonatos
0

Derecho a tener juguetes conmigo

 Disponer de juguetes, libros, material audiovisual
y educativo, así como de espacios y tiempos
para el juego y el estudio.

Derecho a un acompañante

Estar acompañados por sus padres o acudientes todo el tiempo que permanezcan internados, incluyendo las urgencias, hospitalización y salas de recuperación.

Derecho a que se me hable en mi lengua

Recibir información en la propia lengua con intérpretes de diferentes culturas y países, libros, periódicos, radio, TV e Internet.

Derecho a seguir estudiando mientras estoy hospitalizado

Adelantar los estudios para enriquecer sus conocimientos de acuerdo a la edad, garantizando el uso de elementos educativos necesarios para realizar su labor académica.

Derecho a que me hospitalicen con otros niños

Ser hospitalizados con personas de su misma edad y si son adolescentes, con personas de su mismo género en espacios amplios, donde no haya hacinamiento. Además, a que la estadía sea corta y solo si el cuidado que requieren no puede ser ambulatorio.

Derecho a recibir información de mi enfermedad

Que tanto los padres como los niños reciban información permanente, acorde con su edad y respecto a las condiciones de salud, exámenes, procedimientos y tratamientos, entre otros.

Derecho a que me protejan en caso de ser maltratado

Contar con el personal de apoyo o la red de servicios que garantice la atención al maltrato infantil y/o abuso sexual en caso de presentarse.

Derecho a que el lugar sea seguro y se adecúe a mis necesidades

Ser cuidados por personal capacitado, cuyo entrenamiento y habilidades les permita responder a las necesidades físicas y emocionales de los niños y las de su familia. Recibir un trato amable, digno y respetuoso.

Derecho a un trato con cariño y cuidado, y a que me llamen por mi nombre

Que los niños sean tratados con el respeto de sus derechos, así como recibir una atención comprensiva y personalizada. De igual forma, que sean llamados por su nombre.

Derecho a una comida sana y a ser escuchado

Que puedan disfrutar de comida sana y saludable durante su estadía en la hospitalización, así como ser escuchadas y tenidas en cuenta sus opiniones.

Derechos de los niños

A través de la Constitución Política y la Ley 12 de 1991, Colombia habilitó cuatro principios de la Convención Internacional de los Derechos del Niño (1989), que implican:

  1. El reconocimiento de los niños y niñas como sujetos de derechos. 
  2. La garantía (respeto, protección y realización) de sus derechos. 
  3. La prevención y atención oportuna de toda situación de riesgo para su cumplimiento, bajo un enfoque proactivo y no reactivo. 
  4. El restablecimiento de su dignidad humana ante situaciones de amenaza o vulneración de sus derechos.

En consecuencia, se definieron 44 derechos principales generales, de protección y de libertades fundamentales:

A tener derechos sin ser discriminado.

A gozar de una seguridad social.

A tener un nombre y una nacionalidad.

A disfrutar de alimentación, vivienda, recreo y servicios médicos adecuados.

A recibir atención y cuidados especiales cuando el niño sufre algún impedimento físico, mental o social.

Al amor y a la familia.

A la educación.

A ser los primeros en recibir atención en situaciones de emergencia.

Al buen trato.

A la protección contra todo tipo de discriminación y a la educación en la tolerancia frente a las diferencias. 

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